La leucocitosis se diagnostica muchas veces debido a las condiciones benignas como (infecciones o procesos inflamatorios). Las causas menos comunes pero más graves incluyen trastornos primarios de la médula ósea, la reacción normal de la médula ósea a la infección o la inflamación conducen directamente a un aumento de los leucocitos en la sangre.
El estrés físico (por ejemplo, debido a las convulsiones, la anestesia o exceso de ejercicio) y el estrés emocional también puede elevar los recuentos de glóbulos blancos. Los medicamentos comúnmente asociados con leucocitosis incluyen corticosteroides, litio y agonistas beta. El aumento de eosinófilos o basófilos, que resulta de una variedad de infecciones, reacciones alérgicas y otras causas, puede conducir a la leucocitosis en algunos pacientes. Principales con trastornos de la médula ósea se debe sospechar en pacientes que se presentan con muy elevados niveles de glóbulos blancos o alteraciones concurrentes en glóbulos rojos o plaquetas. La pérdida de peso, sangrado o moretones, el hígado, el bazo o agrandamiento de los ganglios linfáticos, y la inmunosupresión también aumentan la sospecha de un trastorno de la médula.
Los trastornos óseos más comunes de la médula se pueden agrupar en las leucemias agudas, leucemias crónicas y trastornos mieloproliferativos. Los pacientes con una leucemia aguda tienen más probabilidades de estar enfermo en la presentación, mientras que aquellos con una leucemia crónica a menudo son diagnosticados incidentalmente debido a conteos anormales de células sanguíneas. Los valores de leucocitos por encima de 100.000 por milimetros cubicos (100 × 10 9 por L) representan una emergencia médica, debido al riesgo de infarto cerebral y hemorragia.
Unos valores elevados de leucocitos típicamente reflejan la respuesta normal de la médula ósea a un proceso infeccioso o inflamatorio. Ocasionalmente, la leucocitosis es el signo de una anormalidad de la medula osea en la produccion de células blancas de la sangre, la maduración o la muerte (apoptosis) esta relacionada con un trastorno mieloproliferativo o de una leucemia. A menudo, el médico puede identificar la causa de un elevado número de glóbulos blancos sobre la base de los hallazgos de la anamnesis y la exploración física junto con los datos básicos de la cuenta de sangre completa.
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